Lo que vamos a enseñarle esta vez a Robotín se lo dedicaré especialmente a Analía, mi sobrina, que le apasiona nuestra cultura.
Llegó el mes de agosto y en estas regiones del norte de nuestra patria se realiza la ceremonia de la PACHAMAMA, es un ritual ancestral que hacen los pueblos andinos, una manifestación de la cultura donde se agradece a la tierra todo lo que nos da, todo lo que necesitamos para vivir ( el aire, el agua, el suelo).
Los chicos pensaron que para llevar adelante esta ceremonia era necesario conocer su origen y la forma de realizarla, para ello invitaron a padres, abuelos, descendientes de aborígenes hasta escritores, quienes nos ilustraron con su sabiduría, y así aprendimos, (yo junto con mis alumnos) no solamente a realizarla sino también y lo que es mucho más importante, a valorarla. La Pacha Mama, es una voz de origen Aymara o Quechua, Pacha quiere decir universo, tiempo, mundo y mama es madre, de ahí se deriva que la Pachamama es la madre tierra, pero no la tierra como suelo, sino como una deidad relacionado a la mujer, así como el sol es una deidad masculina, la tierra sería una deidad femenina, que nutre, engendra, da vida.
El 1° de agosto es el día establecido para homenajearla, pero puede llevarse a cabo durante todo el mes. En esta zona, agosto es un mes muy difícil, es el mes más difícil del año y hay toda una creencia que sostiene que en este mes se van las almas que están enfermas, la gente mayor que sobrevive el mes de agosto puede estar tranquila, porque sobrevivió la época más difícil del año!. De ahí que se hacen sahumar las casas, las cosas y a todos los integrantes de la familia haciendo una limpieza general.
Los chicos pensaron que para llevar adelante esta ceremonia era necesario conocer su origen y la forma de realizarla, para ello invitaron a padres, abuelos, descendientes de aborígenes hasta escritores, quienes nos ilustraron con su sabiduría, y así aprendimos, (yo junto con mis alumnos) no solamente a realizarla sino también y lo que es mucho más importante, a valorarla. La Pacha Mama, es una voz de origen Aymara o Quechua, Pacha quiere decir universo, tiempo, mundo y mama es madre, de ahí se deriva que la Pachamama es la madre tierra, pero no la tierra como suelo, sino como una deidad relacionado a la mujer, así como el sol es una deidad masculina, la tierra sería una deidad femenina, que nutre, engendra, da vida.
El 1° de agosto es el día establecido para homenajearla, pero puede llevarse a cabo durante todo el mes. En esta zona, agosto es un mes muy difícil, es el mes más difícil del año y hay toda una creencia que sostiene que en este mes se van las almas que están enfermas, la gente mayor que sobrevive el mes de agosto puede estar tranquila, porque sobrevivió la época más difícil del año!. De ahí que se hacen sahumar las casas, las cosas y a todos los integrantes de la familia haciendo una limpieza general.
Antes de la ceremonia:
Se buscan las mazorcas de maíz para hacerlas hervir durante toda una noche para que se hagan las tijtinchas, las habas secas tiene igual tratamiento; se hace también la chicha a base de la harina de maíz y su trabajo es de aproximadamente una semana, entre hervir, mezclar, y madurar.
Se compran los cigarrillos, ya que la pachamama debe fumar en su día, no debemos olvidar que los primeros fumadores de tabaco del mundo fueron los pueblos americanos. Las hojas de coca no deben faltar, ya que esta es una planta sagrada de nuestros ancestros, arbusto que le da vida al hombre, ya que calma el cansancio, la sed, el dolor. El alcohol considerado el elemento de la salud, ya con él nos limpiamos las heridas, nos curamos del apunamiento, tanto nosotros como a los animales, forma parte del ritual ceremonial a la Pachamama. La cerveza y el vino son las bebidas de la alegría. No debe faltar tampoco el “yerbiao” hecho con las plantas aromáticas de nuestra tierra como cedrón, toronjil, peperina, menta, yerba buena, burro, muña muña, etc., se coloca en un jarro grande de cerámica o metal, luego se pone bastante yerba, se coloca una bombilla, de pone azúcar y se rocía con alcohol se enciende fuego y al final se coloca el agua casi hervida, se mece y se ofrece a la tierra. Si se ha preparado la chicha será otro manjar para la tierra. Se hacen las distintas comidas, a veces se cocinan siete comidas basándose en maíz que pueden ser: motes, tijtinchas, picante de mote, tamales, sopa de harina de maíz, chilcan, y ulpada, otras veces no se coloca ni un solo hueso, o comidas fritas, y si las papas hervidas, empanadas, ocas hervidas, y el locro, picante de panza y pata, la sopa de maní, guiso de quínoa, guiso de trigo, y la infaltable carne hervida, todas estas comidas y otras que acostumbremos a usar en nuestra mesa, se ofrecen a la madre tierra.
Durante la ceremonia
Cuando llega el momento elegido por el dueño de casa o representante de la institución que es la realizadora, en este caso la escuela, de la corpachada, se procede a prender fuego y con las brazas sahumar toda la casa o institución, comenzando por una esquina y siguiendo por todas ellas, hasta cubrir toda la superficie, a medida que se avanza metro a metro se va pidiendo por bondades y dichas. No existe una hora determinada para dar de comer a la tierra, se puede dar en la noche, al mediodía, al atardecer, a la oración, cualquier momento es el ideal, los que dan de noche cuando las aves no vuelan, ni el viento corre, lo hacen porque cuando esta ceremonia fue prohibida por las autoridades coloniales, nuestros antepasados igual la hacían a oscuras para no ser sorprendidos y castigados; Los que hacen en la mañana o medio día lo hacen mirando siempre el sol de frente, todo es válido a la hora del ritual. Luego de haber sahumado, se procede a cavar un pozo, así se puede cavar en una esquina cosa de no pisarlo jamás, en el centro de la propiedad, o en algún otro sitio siempre mirando al sol de frente, una vez cavado se procede a sahumar la tierra, es decir se coloca el tiesto con las brazas y sahumerios en el pozo y se lo tapa con un poncho, rebozo o alguna manta, y se lo deja por espacio de una media hora. Mientras tanto la tierra que se ha sacado se lo coloca en un borde y en ese lugar se depositan los cigarrillos encendidos por cada uno de los presentes, encendido sin haber hecho una pitada, y de acuerdo, a como se va fumando la tierra el cigarrillo así nos irá en el año.
Una vez sahumada la tierra, se saca el poncho del pozo y se procede a la ceremonia de corpachar o dar de comer a la tierra las ofrendas preparadas para tal efecto, primero lo hace el dueño de casa o la Directora en el caso de la escuela. Esta parte de la ceremonia tiene sus variantes de acuerdo al lugar a las tradiciones, se comienza por depositar las hojas de coca seleccionadas o no, y luego el alcohol, pero de ahí en más algunos suelen comenzar con las comidas, luego las bebidas, otros en cambio ponen las bebidas y recién las comidas, postres, para dar de comer no se utilizan cubiertos de metal o plástico, se hacen al efecto cucharas de madera o de caña.
Cada participante agradece a la madre tierra por todo lo recibido y le pide buenas cosechas.
Una vez terminada la corpachada se procede a tapar la boca de la tierra, con un poco de tierra que arroja cada uno de los asistentes y se dejar caer abundante papel picado en señal de alegría, se coloca una piedra grande en la boca de la tierra, para identificar el lugar para el próximo año. Se agradece a los visitantes e invitados y tomando una caja se entona las más lindas coplas para la Pachama. El agradecimiento es lo principal.
Esto es un resumen de lo mucho que aprendimos de esta cultura que ha quedado de nuestros pueblos originarios y de la importancia de conservarla con todo el respeto que se merece. Ellos fueron los primeros y los más fieles ecólogos de nuestro planeta.
Desde entonces, aún ya jubilada, sigo haciendo esta ofrenda de amor a nuestra Madre Tierra.
Besos.